APRENDÍ DE PAPI: PIDE, LA GENTE QUIERE AYUDAR.
Un día íbamos a un pasadía en familia fuera de la ciudad. Eran varias familias así que saldríamos todos en un autobús desde una plaza comercial en la Núñez de Cáceres.
Mi familia y yo vivíamos cerquita de esa avenida. Así que cuando llegamos a la Núñez pensé que seguiríamos caminando o nos iríamos en un vehículo público. De repente papi se detiene en la esquina y le pidió a un vehículo que se detuviera, era el carro privado de un desconocido.
Mami, mi hermano y yo solo nos miramos y pedíamos al universo que se abriera un agujero en la tierra y nos tragara.
El joven, conductor del carro, se detuvo. Papi le explicó que esta era su familia, hacia dónde necesitábamos ir en ese momento y le pidió que nos diera una bola hasta ese lugar, siempre que no afectáramos su ruta.
El muchacho puso cara de desconfianza, pero accedió y nos llevó.
No pagamos nada y papi se puso a su orden.
Pide, la gente está dispuesta a ayudar.
Años atrás, cuando yo todavía no tenía cabellos plateados (qué romántico sonó eso), me dirigía junto a mi familia a la región norte.
Después de varias horas rodando y varias más por recorrer, mami y yo necesitábamos un baño. Papi avanzó buscando un lugar decente y cuando tenía poca esperanza por encontrarlo se detuvo frente a una casa, habló con la señora que estaba en la galería y ambos se acercaron al vehículo.
La señora muy amablemente nos pidió entrar y se disculpó porque solo había una letrina. Mami y yo no necesitábamos más. La señora nos brindó café, pero debíamos seguir y no la podíamos acompañar.
Pide, la gente te dará lo que tiene y hasta más.
¿Necesitas apoyo para un proyecto?
¿Necesitas ayuda para organizar tus finanzas?
¿Necesitas alguien con quien conversar?
¿Necesitas que tu pareja esté más presente?
Pide y recibirás.