Ama la crítica
Mi generación, creo que es la última generación que recibió un alto grado de crítica de los padres, los jefes, los compañeros, las parejas. Inmediatamente después de un feedback positivo seguía la frase “Sé que puedes dar más, sé que puedes hacerlo mejor”.
Si bien es cierto que creo que a veces podían poner el punto final en el feedback positivo; también es cierto que nos dieron un carácter que no estamos tan seguros de ver en la próxima generación.
Un ejecutivo me comentaba en estos días que a nadie le gusta recibir feedback, nadie quiere ser criticado…y eso se convierte en una excelente excusa para no darlo. Luego tomamos decisiones “administrativas” de separación (aplique en cualquier dimensión de la vida) injustamente, porque la otra persona nunca lo vio venir.
Uno de los aprendizajes más reveladores y transformadores que me dio el tomar clases de teatro fue el recibir críticas de todo el mundo sin derecho a replicar. Dado que la condición era que no podías defenderte, la única opción era sumergirte en la humildad de aceptar que el método que escogiste no había sido el mejor para ese público (no importaba que hubieses hecho tu mejor y mayor esfuerzo); y de no tener esa información lo seguirías haciendo de la misma manera y el público siempre estaría insatisfecho.
Cuando veo el regalo detrás de la crítica se abre un mundo de posibilidades, soy consciente de mis puntos ciegos y solo desde ahí puede abordar las cosas de forma diferente.
Que hagamos lo mejor que podemos y creemos no nos asegura el éxito; hay un montón de factores fuera de nuestro control. Y la mejor manera de prepararnos para eso, que no tenemos la capacidad de ver desde nuestra limitación biológica, es pidiendo a otros que nos critiquen, bajar la cabeza en señal de humildad y quedarnos callados.
